La riqueza de la flora de La Pampa

La riqueza de la flora de La Pampa permite diseñar con belleza espacios que cumplan con ciertos aspectos funcionales como brindar sombra en verano, acompañar edificaciones, resguardar de vientos adversos, promover el conocimiento de nuestra flora, etc.

Es importante señalar que el reemplazo de las comunidades vegetales que ha tenido lugar en la Provincia de La Pampa por agro sistemas ha ocasionado erosión, empobrecimiento del suelo, disminución alarmante de la flora y fauna silvestres entre otros efectos. A esto debe sumarse, los incendios, el avance de la urbanización y aumento de especies exóticas donde la mayoría son invasoras y producen el desplazamiento de las especies nativas.

Los espacios verdes con especies nativas contribuyen a la protección de estas especies por el hecho de cultivarlas, aumentando así el número de individuos existentes y exponiendo a la sociedad la belleza que esta flora nos brinda.

Al restaurar los ambientes originarios, los ecosistemas funcionan de manera más armónica y estable pues se respetan las cadenas tróficas de especies vegetales y animales que han evolucionado juntas durante milenios. De esta manera aumenta la biodiversidad de fauna a nivel local (aves, mamíferos, anfibios, insectos, etc.), y se rescata la belleza de la vegetación y paisaje original.

Plantar especies nativas aumenta el valor estético y recreativo del lugar y contribuye a conservar los ecosistemas naturales.

Cuando hablamos de plantas nativas, indígenas  o autóctonas, no nos referimos a una nación, sino a la región natural. Así muchas especies que pertenecen  a la flora de La pampa, también pertenecen a la flora de otras provincias (Entre Ríos, Buenos Aires, etc.) o incluso a floras de otros países (Uruguay, sur de Brasil, etc.), ya que la distribución de las especies no tiene ninguna relación con los límites políticos impuestos por el hombre.